Así es, la estación de Malargüe, municipio ubicado en Mendoza, es la más moderna de toda la red de la ESA (Agencia Espacial Europea) y se utiliza para el seguimiento de misiones de exploración del espacio profundo. Su nombre es Deep Space 3 Malargue y mide 40 metros de alto y 35 de diámetro, con un peso de 610 toneladas.
Esta tecnología de punta fue el escenario de la última edición de la ESA Open Week, en la que se abren las puertas a toda la comunidad para que puedan conocer las instalaciones de la ESA. Pero conozcamos un poco más acerca de la DS3 Malargüe...
Haciendo ciencia con la antena más potente
La DS3 se instaló en diciembre del 2012 y, desde entonces, ha sido herramienta fundamental para las investigaciones radioastronómicas de la comunidad científica argentina y de la NASA. Por ejemplo, se llevan a cabo experimentos en el rango de las ondas de radio, que permiten a los científicos estudiar las características de la materia a través de la cual viajan las señales de comunicación nave-tierra. Los satélites y las sondas robóticas exploran el espacio profundo para conseguir datos que ayuden a entender los orígenes y la evolución del Sol, los planetas, asteroides y lunas, la formación de nuestro Sistema Solar y las posibilidades de vida fuera de la Tierra.
Por otro lado, los científicos locales también disponen de tiempo de uso para fines de investigación en el campo de la radioastronomía, como ya mencionamos, y se llevan adelante mediante instituciones como el Instituto de Tecnologías en Detección y Astropartículas (ITeDA Mendoza), el Instituto de Astronomía y Física del Espacio (IAFE), el Observatorio de La Plata, el Instituto Argentino de Radioastronomía (IAR) y la CONAE. Entre otros fenómenos, estudian remanentes de Supernovas, las regiones de Hidrógeno Ionizado (regiones HII), Núcleos de Galaxias Activas y el Medio Interestelar, entre otros temas.
Esta antena es parte de una red internacional compuesta por ella, por la DSA 1 en New Norcia, Australia, y la DSA 2 en Cebreros, España. Juntas, alcanzan una cobertura en circunferencia de 360° desde la Tierra para seguimiento de sondas que operan a más de 2 millones de km de distancia, donde las comunicaciones requieren un apuntado mecánico y una calibración de alta precisión.
De las tres, la Estación DS3 Malargüe es el punto más significativo, y está equipada con antenas con discos parabólicos de 35 metros de diámetro, que proporcionan la capacidad necesaria de alcance y velocidad a niveles de milímetros por segundo y la distancia, con una justeza de centímetros para misiones de exploraciones de millones de kilómetros, obteniendo datos requeridos como Mars Express, Exomars (Marte), Venus Express (Venus), Rosetta (Cometa Churyumov-Gerasimeko), Herschel, Planck, Gaia, Euclid, BepiColombo (Mercurio), Solar Orbiter (El Sol), Juice y Cassini.
Por lo tanto, sí, esta antena recibe señales extremadamente débiles, y de ahí su potencial. ¿Quién diría que en nuestras tierras habitaba tal estructura? Y si te interesan los avances argentinos en el campo científico, te recomendamos echar un vistazo a los últimos logros.
Ver todos los comentarios en https://www.xataka.com.ar
VER 0 Comentario