Durante este lunes 12 de agosto y la madrugada del martes, tenemos la oportunidad perfecta para disfrutar de un espectáculo único: la lluvia de meteoros de las Perseidas, un fenómeno que consiste en un gran grupo de partículas diminutas -del tamaño de un grano de sal- que impactan contra nuestra atmósfera y se incineran.
La temporada de las Perseidas, también llamadas "Lágrimas de San Lorenzo", va desde el 17 de julio a principios de septiembre, con un pico de máxima visibilidad para el 12 y 13 de agosto en Argentina.
Se esperan hasta 100 meteoros por hora, que se desplazarán a una velocidad de 59 km/s, una medición algo moderada.
Las condiciones que hacen posible su observación
Cabe recordar que nuestro planeta va atravesando, en el movimiento de traslación que dura un año completo, unas corrientes de desechos cósmicos durante la vuelta al Sol. Es así que nos topamos con este fenómeno.
Además de la contaminación lumínica, que obstaculiza su observación en las grandes ciudades, también es esencial el comportamiento de la luz lunar. Es un factor decisivo, al igual que la nubosidad. Si el brillo de la luna es muy fuerte, no favorecerá la visión de los meteoros más débiles. Y hay que tener en cuenta que ahora mismo la Luna se encuentra en su fase cuarto creciente con el 54.3 % de la Luna iluminada.
La buena noticia es que para la noche del lunes 12 la Luna se oculta por debajo de la línea del horizonte hacia la medianoche, lo que deja varias horas para disfrutar de la "lluvia de estrellas".
¿Por qué se les bautizó así?
En 1865, el astrónomo italiano Giovanni Schiaparelli se percató de que las Perseidas eran estelas de desechos del cometa Swift-Tuttle. Entonces, "Perseidas" viene de su localización aproximada: la constelación de Perseo.
Pero también se la conoce como "Lágrimas de San Lorenzo" en los países donde predomina la religión católica, debido a su cercanía con el 10 de agosto, fecha en que se celebra la festividad del Santo San Lorenzo.
Cómo ver Las Perseidas
Es sencillo, aunque lo primordial es contar con disponibilidad para viajar a algún lugar alejado de las urbes. La contaminación lumínica podría arruinarlo todo, de modo que la primera recomendación es que busques el cielo más oscuro que puedas. No necesitás instrumentos especiales, como un telescopio o binoculares.
La mejor posición es tumbado boca arriba para tener mejor visibilidad de la amplitud del cielo nocturno. Lo mejor es que dejes que tus ojos se adapten a esa oscuridad entre 30 y 45 minutos, sin mirar pantallas. Esto es necesario si querés ver la mayor de meteoros posibles, dado que la mayoría son un rastro débil en el cielo.
Sin más, a disfrutar de una de las sorpresas más gratas que nos ofrece el cosmos.
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