Lo confirmó el Vaticano a las 7:35 AM de este lunes 21 de abril, el papa Francisco, Jorge Bergoglio, se encuentra descansando en la eternidad luego de más de 12 años de trabajo como máximo representante de la Iglesia Católica y un mes de lucha y complicaciones con su salud. El papa que le abrió las puertas a todo el mundo y el argentino más importante del siglo XXI.
“Francisco ya está en la casa del padre. Toda su vida estuvo dedicada al servicio del señor y ha enseñado los valores del evangelio con lealtad, coraje y amor universal”, anunciaba así el Cardenal Farrell la muerte del papa Francisco.
Su cuerpo será sepultado en Santa María la Mayor, basílica en donde Bergoglio pasó su primer día como papa y San Ignacio de Loyola, fundador de los jesuitas, (orden religiosa a la que pertenecía el sumo pontífice) dio su primera misa. Habitualmente suelen ser enterrados en el Vaticano, pero Francisco decidió que este sea el lugar de su eterno descanso.
La “Sede Vacante” es el periodo que pasa entre la muerte o renuncia de un Papa hasta la elección del siguiente. Hasta que esto ocurra, “el camarlengo” será encargado de un gobierno provisional y responsable del tesoro pontificio, Kevin Joseph Farrel.
La última aparición de Francisco fue el domingo 20 de abril en el balcón de la Basílica de San Pedro, donde impartió la bendición “Urbi et Orbi”: “Queridos hermanos y hermanas, buena Pascua”.
El papa Francisco, un emisario de los pobres y de la conversión católica
Nacido un 17 de diciembre de 1936 en una casa de trabajadores y llena de humildad en Buenos Aires, Bergoglio siempre tuvo cerca a los más necesitados, los pobres y a las personas excluidas socialmente. Fue bajo el cargo religioso más importante de la historia que también los acercó a la fe cristiana.
Su misión como Papa estuvo marcada por varios acontecimientos. El primero y más significativo de todos fue ser el primer Papa de Latinoamérica y el primer Papa de Argentina, hecho que llenó y llena de orgullo a millones de creyentes. Al mismo tiempo fue el primer Papa jesuita, orden religiosa que promueve la espiritualidad, reconciliación y la justicia social.
Fue bajo estos mandamientos que promovió la llegada de nuevos sectores a la iglesia y que, tradicional e históricamente, habían sido discriminados. “Ser homosexual no es delito. Sí, pero es pecado. Bueno, primero distingamos delito de pecado, pero también es pecado la falta de caridad con el prójimo”, sostenía Francisco.
“Toda persona es hijo de Dios, toda persona. Dios no rechaza a nadie, Dios es padre. Yo no tengo derecho a echar a nadie de la iglesia, más un deber es recibir siempre. La iglesia no puede cerrarle la puerta a nadie. Esas personas son infiltrados que aprovechan la iglesia para sus pasiones personales y para su estrechez personal”, comentaba el Papa a Celia, una persona no binaria, sobre la inclusión del colectivo LGTB+ en la iglesia y las personas que están en su contra.
Otras de sus luchas fue contra “la cultura de la impunidad”, contratando especialistas para investigar los casos de abuso que habían sido guardados por años dentro de la iglesia. Así logró expulsar a muchos obispos y sacerdotes denunciados.
El papa Francisco promovió la figura de la mujer. A pesar de que el gran salto no lo haya hecho, el ordenamiento de las mujeres como sacerdotes, asigno puestos especiales a ellas.
Le entregó la oficina administrativa del Vaticano a una mujer; el organismo de selección de obispos y de control de finanzas estuvo integrado por casi 100 mujeres y eligió a Raffaella Petrini, monja italiana, como presidenta de la Ciudad del Vaticano.
Otras de las principales diferencias que tuvo con sus antecesores, es que fue un Papa en contra de la guerra. Durante su última misa de Pascuas llamó a un cese del fuego en Gaza y crítico el rearme militar que realizan muchos territorios. “Que cese el fuego, que se liberen los rehenes y se preste ayuda a la gente que tiene hambre y que aspira a un futuro de paz”, manifestó.
Durante su internación de 38 días fueron públicos los contactos que hacía Francisco con iglesias de Gaza, para las cuales siempre rezaba y ponía en la voluntad de Dios para su bienestar y seguridad.
El papa Francisco, el primer papa de Argentina
Bergoglio nunca visitó Argentina durante su mandato, lo que le permitió ser cuestionado innumerables veces por los propios ciudadanos. Sin embargo, siempre fue cercano al contexto nacional, ya sea por su amado San Lorenzo de Almagro, por las múltiples reuniones con los presidentes y los muchos comentarios sobre la actualidad del país que hacía desde Italia.
La Catedral de Buenos Aires realizó una misa en donde el arzobispo, Jorge García Cueva, se la dedicó al sumo pontífice. Permanecerá abierta durante todo el día y tendrá distintas misas a lo largo de la jornada.
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