Hay un fuerte aumento de casos de meningitis en menores de un año en el Cono Sur y una baja importante en la tasa de inmunización

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La venida de la primavera significa también la mayor presencia de algunos virus y patologías, como los brotes de alergia y de asma. Este es el caso de la meningitis, que circula con más fuerza en esta estación, especialmente de la bacteriana. Los especialistas advierten que, con la baja en la tasa de inmunización, hay países del Cono Sur que están sufriendo un aumento en los casos.

"No se puede concebir que un niño muera de meningitis cuando se puede prevenir".

El fin del invierno y el inicio de la primavera marcan la estacionalidad de la meningitis. Se trata de una afección grave, que se desarrolla rápido y puede ocasionar la muerte o dejar secuelas irreversibles. Según los especialistas, se puede evitar a través de la vacunación.

Fernando Burgos, miembro del Departamento Científico de la Fundación Vacunar, afirmó que “la vacunación en general evita entre dos y tres millones de muertes cada año y aun así hay 15 millones de chicos sin vacunar en la región”. En un contexto en el que la tasa de vacunación se encuentra en baja en todo el Cono Sur, el desarrollo de la enfermedad meningocócica constituye una preocupación.

No se puede concebir que un niño muera de meningitis cuando se puede prevenir. No hay otra enfermedad que plantee una situación tan dramática. Además, afecta mayormente a los sectores más carenciados”, argumentó Álvaro Galiana, director del Hospital Pereira Rossell de Uruguay.

Campana De Prevencion Unicef Foto: © UNICEF/UN0826265/Vallejo Prut

Síntomas

La meningitis puede complicarse si sus primeros síntomas no son tratados debidamente. Y lo cierto es que esto es bastante común, porque son signos que se solapan con los de otras afecciones, por lo que la intervención médica se produce en forma tardía.

Algunas de sus manifestaciones más frecuentes son fiebre, irritabilidad, cuello rígido, diarrea, somnolencia, rechazo a la luz, dolor de cabeza y náuseas o vómitos. En el caso de la meningitis bacteriana, una vez que las bacterias ingresan al cuerpo, pueden multiplicarse y propagarse rápidamente a través del torrente sanguíneo, lo que, en algunos casos, puede llevar a una inflamación grave de las meninges, que son las membranas que recubren el cerebro y la médula espinal.

La neisseria meningitidis o meningococo es una de las principales causas de meningitis en todo el mundo. Se presenta mayormente en niños, especialmente en los menores de un año, pero los principales transmisores son los adolescentes que, a menudo, no presentan síntomas, pero contagian.

Las secuelas que puede dejar el meningococo son irreversibles y pueden aparecer tardíamente. “Hay un 25 por ciento de casos de sordera, ceguera, problemas neurológicos y pérdida de miembros en niños sobrevivientes”, explica Galiana.


El aumento de casos: un problema que debería estar entre las prioridades del Estado

El serogrupo B representa el 100% de los casos en menores de un año y no está incluido para ser tratado en el Calendario Nacional de Vacunación.

Sin embargo, lo que más preocupa a los expertos es el aumento de la mortalidad en ciertos países. En el caso de Argentina, tiene el Calendario Nacional de Vacunación que incluye la vacuna para lactantes y adolescentes contra los serotipos A, C, W, Y, pero no está incluida la del serogrupo B, que hoy es la más prevalente.

De hecho, según el Instituto Malbrán, desde hace dos años representa el 100% de los casos en menores de un año. Respecto de la enfermedad meningocócica invasiva, en 2022 su incidencia aumentó en más de un 100% con respecto al año anterior y la tendencia continuó en alta en 2023. En la provincia de Santa Fe, por ejemplo, hasta la semana 35 de 2024 se registraron 12 casos, de los cuales 8 eran del tipo B9, y 3 no lograron ser tipificados.

Todo esto vuelve imperioso implementar campañas de vacunación que se extiendan a lo largo de todo el territorio, para inmunizar a las poblaciones de riesgo. Recordemos que, si no se trata a tiempo, es altamente mortal.


Foto principal | © UNICEF/U.S. CDC/Unique Identifier/Érico Hiller

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