Si la inmunización continúa descendiendo en las poblaciones, las enfermedades erradicadas no se mantendrán a raya y podrán volver. Este es uno de los desafíos más grandes que enfrenta el sistema médico: la crisis de la confianza en las vacunas.
En Argentina, por ejemplo, actualmente se levantan las alertas porque se conoció el cuarto caso confirmado de sarampión en la Ciudad de Buenos Aires, y es una enfermedad viral altamente contagiosa, que puede desencadenar complicaciones más graves, como neumonía, encefalitis y ceguera. Un esquema incompleto de vacunación da lugar a que estos virus proliferen en una epidemia.
La doctora Analía Rearte, presidenta de la Sociedad Argentina de Vacunología y Epidemiología (SAVE) señala que “Si bien en Argentina la confianza en las vacunas sigue siendo alta, la desinformación y ciertos discursos han generado dudas que antes no existían”, en diálogo con la Agencia de Noticias Científicas de la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ). La especialista hace referencia a un período específico que marcó un antes y un después para estos discursos que ponen en duda la importancia de vacunarse: la pandemia por COVID-19.
Desde entonces, la desinformación, las fake news y los mitos se recrudecieron para llenar los huecos donde las campañas del Ministerio de Salud no llegaban. Así sucede con las estrategias que funcionan muy bien: se vuelven invisibles y se perciben como menos necesarias.
Y es este problema de percepción el que atenta contra la salud pública argentina, ya que se trata de un sistema que garantiza la gratuidad y accesibilidad de todas las vacunas del calendario nacional, por lo que adquirirlas no representa un dilema económico para la ciudadanía.
De hecho, según un informe compartido por la Organización Mundial de la Salud (OMS), de la que Argentina decidió desligarse recientemente, la cobertura de vacunas mundial se estancó. Los datos correspondientes a 2023 muestran que aún no se han restablecido los niveles de 2019.
A pesar de que la inmunización es una de las intervenciones más eficaces, las tasas de vacunación muestran graves retrasos y aún se sienten las consecuencias de la pandemia de COVID-19, situación que sobrecargó los sistemas de salud entre 2020 y 2021. Pero el debate social hizo mella en la confianza pública.
Vacunarse "es una responsabilidad individual con impacto comunitario", afirma Rearte. Esto es tan cierto que el estándar recomendado por la OMS para alcanzar la inmunización es del 95% de aplicación en la población objetivo. No obstante, en Argentina, la vacuna BCG, fundamental para prevenir formas graves de tuberculosis, registró una cobertura de apenas 69%. Es en ese sentido que la SAVE impulsa la campaña Vacunados, listos, ¡ya!, que apunta a concientizar la vacunación de los más chicos en el inicio de clases.
Para eso, la entidad distribuye información en el sitio web de la campaña acerca de la importancia de esta herramienta, como ¿Cuáles son las vacunas disponibles para cada etapa de la vida?, ¿Cuáles son las enfermedades que pueden prevenirse gracias a las vacunas? y otras Preguntas frecuentes sobre vacunación.
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