La crisis energética hace que el Gobierno considere alternativas que podrían ser algo precipitadas, como contratar buques turcos generadores de energía para dar abasto a la demanda eléctrica en Argentina. La idea se enmarca en el "Plan de Contingencia" de la Secretaría de Energía que apunta a los meses críticos del período 2024 a 2026.
La resolución 294/2024 publicada en el Boletín Oficial consiste en una serie de medidas para evitar cortes de luz programados en las épocas más calurosas del año, especialmente entre febrero y marzo de 2025. El problema se da debido a la falta de capacidad de generación y de importaciones.
Según lo establecido, las empresas industriales pueden presentar sus ofertas al Gobierno para bajar su consumo de energía eléctrica durante las horas pico, a cambio de un pago máximo de 350 dólares por megavatio-hora (MWh). No obstante, el diario Clarín divulgó que algunas de ellas solicitaron nada menos que 55.000 dólares por hora de ahorro. Una propuesta que no fue más lejos, dado que el Gobierno la rechazó.
El plan para evitar cortes incluye unidades móviles de generación en nodos críticos, la reactivación de centrales fuera de operación, además de la compensación a las fábricas por su ahorro. Pero la realidad es que las unidades móviles no alcanzan y las centrales paralizadas requieren de una intensa labor de mantenimiento, por lo que la secretaría aún no realizó movimientos, más allá de la novedad de los buques turcos.
Esta opción consiste en contratar centrales flotantes de la empresa turca Karpowership, que pueden proveer entre 500 MW y 1.000 MW. Se traerían dos barcos que ahora están trabajando en Brasil, pero que casi llegan al final de su contrato. Para funcionar, generan electricidad con gas natural que puede ser provisto por nuestros propios recursos, o los turcos te ofrecen un regasificador, es decir, una instalación industrial que convierte el gas natural licuado (GNL) en gas natural.
De contratar sus servicios, se haría del siguiente modo: se paga un cargo fijo por tener el buque amarrado en puerto (los detalles técnicos serían otra discusión) y un cargo variable por los vatios que le vende a Cammesa (Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico S.A.). Por otro lado, el combustible correría por cuenta del Tesoro Nacional.
"Estamos pensando en un contrato de por lo menos 24 meses porque el verano que viene va a ser más complicado desde el punto de vista técnico", afirmó un ejecutivo de Cammesa, una fuente del medio La Política Online.
También es una opción negociar la compra de potencia eléctrica a Brasil por 1.000 MW, aunque en este caso depende de la disponibilidad de agua que tenga el país vecino en sus centrales hidroeléctricas durante los próximos meses.
Imágenes / REUTERS/Vicente Gaibor
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