YPF y otras seis productoras conforman el consorcio a cargo del ambicioso proyecto del oleoducto Vaca Muerta Oil Sur (VMOS), la obra de la industria petrolera con la que Argentina se colocará como líder en la exportación de crudo regional y que generará exportaciones por 21.000 millones de dólares al año. En ese plan, acaba de presentarse al RIGI.
“El proyecto VMOS ya se presentó al Régimen de Incentivos para grandes inversiones (RIGI) y se convirtió en el primer proyecto de la industria de O&G. Este es uno de los proyectos de infraestructura privado más importantes de la Argentina de los últimos 20 años”, indicó Horacio Marín, CEO de YPF.
La próxima semana se conocerán los nombres de los ganadores de la licitación de la construcción de los dos tramos que componen el ducto. En el largo hay dos empresas que compiten y, para el corto, es factible el ingreso de jugadores más pequeños.
La obra se extiende desde Loma Campana a Allen en su primer tramo, unos 130 kilómetros con un Capex de 200 millones de dólares y el segundo tramo que se se inicia en Allen hasta el puerto de aguas profundas de Punta Colorada, un tramo de 440 Km con un CAPEX de 2.500 millones de dólares. La cabezara de Allen va a ser un hub hacia los dos tramos.
El objetivo es que en el tercer cuatrimestre del 2026 el proyecto esté listo para empezar a operar. Arrancará con 180.000 barriles y para el primer cuatrimestre del 2027 se proyectan unos 390.000 barriles.
Coste y propietarios
La obra requiere una inversión de 2.500 millones de dólares que, con los intereses, se convertirían en unos 3.000 millones totales. Este monto la ubica en la inversión privada más grande en lo que va del siglo y recién será desplazada cuando se concrete el proyecto de la planta de LNG. El desembolso más fuerte deberá suceder entre el año próximo y el 2026.
El ingreso al RIGI permitirá un financiamiento asegurado de un 70% de la obra. Se estima que los 2.000 millones que se financiarán, será en su mayoría en la plaza internacional y en unos 500 millones de dólares en el local.
La obra queda en manos de YPF y Pluspetrol en forma mayoritaria, y junto a Vista, PAE, Pampa, Chevron y Shell en menor proporción. De todos modos, al ser una obra impulsada de forma conjunta, todos los socios tendrán derecho a una tarifa competitiva e igualitaria.
“Con el trabajo que hicimos desde que llegamos, ahorramos unos 500 millones de dólares y bajamos los plazos de construcción del proyecto”, indicó Marín, aunque se estima que el retraso de las decisiones implica una pérdida de 20 y 40 millones de dólares al día.
“El proyecto VMOS convertirá a la Argentina en uno de los principales exportadores de la región y aportará divisas y trabajo al país”, aseguró Marín y agregó que “la magnitud de este proyecto lo convierte en trascendental para la Cuenca Neuquina. Este ducto permitirá más que duplicar la posibilidad de evacuación de petróleo de Vaca Muerta”.
Se proyecta que la cuenca neuquina tiene una capacidad de aproximadamente 1,5 millón de barriles al año. Entre otros beneficios, también se producirá un abaratamiento del flete que pasará a ser de entre dos o tres dólares por barril. Todo indica que Argentina está camino a concretar el proyecto más ambicioso y más fructífero en la explotación del petróleo en muchos años.
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