Ni la región más remota del planeta escapa a la contaminación, argentinos detectaron microplásticos en la atmósfera antártica

La Antartida Argentina
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Un equipo de investigadores argentinos evaluó el aire de la Antártida, en la región del Sector Antártico Argentino, y confirmó la presencia de microplásticos. Si bien se trata de un territorio libre de contaminación antropogénica, actividades como la investigación científica, las actividades pesqueras y el turismo han dejado tras de sí un rastro de residuos plásticos.

El estudio se titula “Airborne microplastic pollution detected in the atmosphere of the South Shetland Islands in Antarctica” y fue publicado recientemente en la destacada revista internacional Chemosphere de la editorial Elsevier. Quienes lo llevaron adelante son científicos de la Universidad Nacional de La Plata, del Instituto Antártico Argentino (IAA) y del Centro de Investigaciones del Mar y la Atmósfera (CIMA).

Las muestras del monitoreo atmosférico se tomaron durante un año (entre marzo del 2022 y enero del 2023) en los alrededores de la estación científica Base Carlini, ubicada en la Isla 25 de Mayo perteneciente al archipiélago de las Islas Shetland del Sur en la Península Antártica. Fueron analizadas por el equipo de trabajo del Centro de Química Inorgánica (CEQUINOR).


Qué son los microplásticos y por qué contaminan

Son, básicamente, la degradación en fragmentos de los materiales plásticos que han sido expuestos en el medioambiente a la radiación solar, la abrasión y al tiempo. Califican como tales los pedacitos menores a 5 mm y en gran parte son los restos de fibras sintéticas liberadas del lavado de ropa doméstica y a través de las plantas de tratamiento de aguas residuales, por un lado, y por el otro, son los agregados en productos comerciales, tales como los de cuidado personal (pastas dentales, exfoliantes faciales y corporales).

Actualmente, la producción de plástico supera los 430 millones de toneladas por año, de las cuales más de dos tercios son productos de corta duración que rápidamente se convierten en desechos.

La cantidad de residuos plásticos descartados tras un solo uso alcanzó los 139 millones de toneladas en 2021. Recordemos que son materiales que pueden demorar hasta 1.000 años en descomponerse y, mientras, libera sustancias tóxicas al suelo y el agua. Además, estas micropartículas se están incorporando en todos los niveles de la cadena alimentaria. Esto es bien fácil: el plancton los come, muere por desnutrición, lo que afecta a su población y otros organismos no pueden alimentarse correctamente. Es una cadena de problemas.


Lo que revelaron las muestras

Los investigadores concluyen que “el transporte de partículas atmosféricas de largo alcance producido por masas de aire provenientes de áreas remotas, así como el transporte de corto alcance por vientos o actividad antrópica local, son los principales responsables de la contaminación por microplásticos atmosféricos hallada en esta región de la Península Antártica”.

El Equipo

De hecho, para determinar si los microplásticos pueden venir de ciudades del sur de América del Sur, están realizando más estudios que involucran a los principales centros urbanos patagónicos.

El hallazgo reveló, principalmente, microfibras de origen textil y plásticas en los tres sitios de monitoreo, observando claras diferencias tanto en la cantidad como en el tipo de plásticos poliméricos encontrados. Mientras que en los sitios dentro de la estación científica muestran la mayor cantidad de partículas y una amplia variedad de composiciones químicas, el sitio más alejado de la estación presenta una menor distribución de tipos de plásticos.

Investigando

Los resultados que hallaron los investigadores fueron sorprendentes. En este sentido, el Dr. Rodríguez Pirani, investigador del CEQUINOR, comentó que “se encontraron una batería de composiciones químicas de origen plástico presentes en el aire de esta región remota, siendo las más importantes microfibras de origen textil, principalmente semi-sintéticos (materiales de base celulósica teñidos artificialmente), y de origen sintético como poliésteres, poliamidas, poliacrilonitrilos y polipropilenos”.

Por último, la Dra. Picone, también investigadora del CEQUINOR, destacó que “a través de la espectroscopia Raman pudo detectarse por primera vez en esta región antártica pigmentos y aditivos asociados a la industria textil y del plástico, confirmando la presencia de azul de índigo, azul reactivo 238 y ftalocianinas de cobre en la mayoría de las fibras sintéticas analizadas”.

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