El tenis es considerado uno de los deportes más humanos en la historia debido a los valores que promulga, la responsabilidad y compromiso de los deportistas y la capacidad de convocatoria que genera en todo el mundo. Aunque esta característica está a punto de cambiar con la llegada de la inteligencia artificial como remplazo de una de sus piezas vitales.
Wimbledon, el torneo británico en el que desea competir cada jugador, rescindió los contratos que mantenía con sus jueces de línea para el año que viene. A partir de ahora los irán remplazando poco a poco con IA para cumplir la misma función.
Luego de 147 años de trabajo, los árbitros que se encargaban de controlar si la pelota golpeaba en la línea o afuera, si tocaba la red, las líneas laterales o los saques estaban bien hechos dejaran de contribuir a uno de los torneos más antiguos de la humanidad.
Su remplazo es el ya probado “Cobro de Línea Electrónico en Directo” de su traducción en inglés “Electronic Line Calling Live” (ELC Live). Se aplicará en las 18 canchas del circuito, incluida la central.
“Tras analizar los resultados de las pruebas realizadas en The Championships (Wimbledon) este año, consideramos que la tecnología es lo suficientemente robusta y que es el momento adecuado para dar este importante paso en la búsqueda de la máxima precisión en nuestro arbitraje”, explicaba Sally Bolton, directora ejecutiva del All England Club.
“Los jueces de línea han desempeñado un papel central en nuestra estructura de arbitraje durante muchas décadas y reconocemos su valiosa contribución y les agradecemos su compromiso y servicio”, agradecía la directora a la contribución de los líneas.
Las primeras apariciones de la tecnología en el tenis se dieron con el Ojo de Halcón (Hawk Eye) en 2006, el cual permitía ver exactamente donde había picado la pelota ante el pedido de los jugadores o una situación confusa. En la actualidad, Roland Garros, torneo que se lleva a cabo sobre polvo de ladrillo, mantiene a los árbitros.
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