Aunque el gobierno de Milei intente disfrazar los negocios con la OTAN, la realidad siempre termina colándose entre la verdad tergiversada: hay expectativas por que el Pentágono se adueñe de las sedes de Fabricaciones Militares (sociedad estatal que provee armamentos para las FF.AA.) para producir artillería, municiones y otras armas para la guerra de Estados Unidos y la OTAN, en particular en el conflicto bélico entre Ucrania y Rusia.
Certezas y pruebas que apuntalan lo que se viene hay de sobra
El pasado junio Argentina se incorporó al Grupo de Contacto sobre la Defensa de Ucrania, también conocido como "Grupo Ramstein", que pertenece a EE.UU. y tiene apoyo directo desde la OTAN. Argentina es, así, el primer país latinoamericano en sumarse a este entramado global que hace de sostén de Ucrania.
Por otro lado, está la visita de la delegación del Departamento de Defensa de EE.UU. a la ciudad industrial de Río Tercero, una de las cinco fábricas de Fabricaciones Militares, que provee de balas, municiones y químicos específicos para armamento.
Antes de esto, el subsecretario adjunto de Trabajo para Asuntos Internacionales de la administración de Biden se reunió con sindicatos argentinos varias veces a lo largo de este 2024. Se sabe, en concreto que las reuniones se sostuvieron con el jefe de relaciones exteriores de la Confederación General del Trabajo (CGT), Gerardo Martínez, y el secretario de Trabajo de Milei, Julio Cordero. En estas reuniones se dieron órdenes de "promover el diálogo social y reconocer a los representantes laborales", según recogió La Nación. Un plan para adelantarse al malestar social y contenerlo para auxiliar a Milei en sus decisiones del sector productivo.
Como se ve, los hechos distan mucho de un apoyo meramente en términos “humanitarios” o “logísticos” que sugiere el gobierno libertario.
La historia de los cinco cazas Súper Etendard
Corre el rumor de que Argentina está negociando el envío de cinco cazas Super Etendard a través de Francia para ayudar en territorio ucraniano en la guerra contra Rusia. Pero ¿por qué necesitaría este intermediario?
Bueno, estos cazabombarderos navales no están plenamente operativos y están archivados en una base aeronaval de Puerto Belgrano porque requiere unos cartuchos que permiten eyectar el asiento del piloto en caso de una emergencia. El problema es que Argentina no puede acceder a esos cartuchos por el embargo impuesto por el Reino Unido, y desde que los aviones de combate arribaron al país en 2019, nunca se pudieron utilizar. Londres jamás concedería la autorización para activarlas, por su valor estratégico durante la Guerra de Malvinas.
Entonces, Argentina haría un intercambio con Francia: permutaría los Super Etendard por otros pertrechos militares, y Emmanuel Macron se haría cargo de poner los nuevos cartuchos a los asientos eyectores para que las naves estén en condiciones de combatir contra Rusia.
Hasta el momento, no hay más noticias en vistas a concretar el negocio, pero las señales son claras: Argentina no es neutral en esta guerra. Y lejos está de ser colonia.
Ver 0 comentarios