La Ciudad de Buenos Aires marca un antes y un después en la movilidad urbana con un colectivo autónomo eléctrico que opera sin la necesidad de un conductor humano. Recorre las hectáreas que conforman el Parque de Innovación, en el barrio de Núñez, y es un proyecto desarrollado en conjunto con el Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA). ¿Te subirías?
Se trata de un pequeño paso hacia el diseño las ciudades inteligentes, y promete una revolución en la forma en la que nos desplazamos por la ciudad moderna, mediante nada menos que autos que se manejan solos. Este colectivo lleva funcionando desde 2023 y fue inaugurado por el jefe de Gobierno porteño de aquel entonces, Horacio Rodríguez Larreta, quien consideró esta iniciativa como un punto de partida hacia soluciones de movilidad innovadoras y sostenibles.
Cómo es el colectivo del mañana
Equipado con sensores, cámaras, radares, sistemas de navegación, y software avanzado, el colectivo autónomo es capaz de detectar el entorno, tomar decisiones en tiempo real y moverse de manera segura por las rutas predefinidas o programadas.
Tiene una estructura compacta, con una capacidad para transportar a 15 personas. Mide 4,78 metros y pesa 2.600 kilos. Su tecnología de geolocalización de alta precisión (GNSS) es mucho más avanzada que el GPS tradicional. Con una carga de entre 4 y 5 horas, el bus es capaz de recorrer hasta 65 km o funcionar durante 9 horas. El acceso es gratuito y funciona de las 9 de la mañana a las 6 de la tarde de lunes a viernes.
Por el momento opera con un nivel 3 de autonomía, lo que significa que un operador está presente para supervisar. De todos modos, el operador no está activo, no interviene de ninguna forma en el proceso, sino que está ahí por si llega a ser necesario en algún momento. Esto se debe a que el proyecto está en su primera etapa, en cuyo recorrido solo abarca el corredor central del Parque de la Innovación, conectando cinco paradas programadas y situadas a una distancia manejable de 265 metros. Este itinerario funciona como un banco de pruebas para evaluar su desempeño y perfeccionar el servicio.
Otro punto a favor es 100% eléctrico, por lo que las emisiones de carbono no representan un problema. Más allá de lo tecnológico, esta iniciativa apunta a enfrentar desafíos urgentes como el crecimiento urbano y la demanda por un transporte más sostenible.
¿Será que, dentro de no mucho tiempo, estos colectivos, taxis y automóviles autónomos sean parte de nuestra vida diaria? Tal vez, aunque lo más conveniente sería, sin lugar a dudas, apurar la transición energética de la explotación de restos fósiles a recursos más amigables con el ecosistema.
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