La carrera por los chips para potenciar a las inteligencias artificiales le está generando “canas verdes” a más de una empresa. Tanto es así que OpenAI, creadora de ChatGPT, prescindirá de los componentes fabricados por AMD y Nvidia para construirlos ellos mismos.
Las Unidades de Procesamiento Gráfico (GPU) son vitales para el entrenamiento y funcionamiento de datos de la IA. Por eso mismo es que Estados Unidos y China están en un constante tire y empuje, donde una bloquea las exportaciones, pero la otra sigue consiguiendo los materiales y avanzando en su tecnología.
Independientemente de este contexto internacional, Sam Altman comenzó charlas Broadcom, compañía especializada en circuitos, y Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC), el primer fabricante de chips del mundo.
Su principal idea era construir las instalaciones necesarias para llevar a cabo la fabricación de estos elementos; sin embargo, se percató de lo costoso que sería y ahora decidió que los diseñará para que Broadcom o TSMC se encarguen de su producción.
Con un grupo de más de 20 ingenieros especializados en la construcción de TPUs (Unidades de Procesamiento de Tensores) están pensando en el mejor diseño para un chip que pueda aumentar las capacidades de entendimiento, respuesta y comprensión de su chatbot. Incluso, en su equipo cuenta con extrabajadores de Google.
La información brindada por Reuters establece que comenzarán recién en 2026 y estarán concentrados en los procesos de inferencia. Su principal característica es que trabajan en la aplicación correcta y eficiente de los modelos de lenguaje para obtener resultados más rápidos y precisos.
Beneficios y consecuencias a futuro
Lo más probable es que OpenAI anuncie el uso de estos chips en 2027, ya que tendrán que pasar por varios procesos de testeos, pruebas y errores. En el caso de que su idea salga bien, no solo no dependerían de Nvidia o AMD para sus componentes, lo que les ahorraría mucho dinero, también podrían volverse exportadores para distintos mercados.
De esta forma llamaría la atención de muchos países y sectores que están desarrollando sus inteligencias artificiales. Uno de los posibles compradores podría ser China, quien se encuentra en la carrera por tener mejores sistemas basados en IA que Estados Unidos.
Si esto llegase a pasar, OpenAI entraría en la “lista de entidades”, listado donde las compañías necesitan un formulario especial para exportar a dicho país. Otra de las posibilidades sería que la Casa Blanca le prohibiese todas sus exportaciones y en consecuencia un importante negocio. Sin embargo, todo esto son especulaciones a base de lo que ocurre actualmente entre las naciones, solamente el tiempo sabrá decirnos que es lo que verdaderamente ocurrirá.
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