En una reciente entrevista con el diario La Nación, Javier Milei confirmó estar en proceso de negociación con Francia por la compra de dos submarinos militares por un costo de 1.000 millones de dólares.
Desde el Ministerio de Defensa comandado por Luis Petri, ya tienen una carta lista para enviar al presidente Emmanuel Macron y empezar con la negociación. Quieren cerrar el acuerdo lo antes posible, ya que la construcción de estas piezas de guerra puede tardar hasta siete años.
Se barajó la posibilidad de adquirir sumergibles usados, pero los modelos existentes no cumplen con las necesidades de Argentina. Si se firma el contrato entre los dos países se construirán los navíos Scorpene de combate que pueden integrar baterías de litio en su mecánica.
“De Defensa, hemos hecho la compra de armamento más grande de la historia, es decir, no solo por la compra de los F-16. La base que estamos haciendo en Tierra del Fuego, la compra de los tanques, los operativos con EE. UU. para el patrullaje de la costa, y los barcos que estamos comprando, las compras de submarinos que vamos a estar haciendo. En 50 años no se hizo eso”, explicaba Javier Milei.
Para el ministro de defensa, la recuperación de los batiscafo es un elemento estratégico e importante “No hay arma más disuasiva que un submarino en una Fuerza Armada”, aseguraba Petri. Además, se recuperaría un activo fundamental que falta en Argentina desde 2017.
El ARA San Juan: la razón de que no haya submarinos en Argentina
El 15 de noviembre de 2017 ocurrió uno de los eventos más inesperados en el ejército argentino. El ARA San Juan (S-42), ictíneo que se trasladaba desde Ushuaia hacia Mar del Plata, perdió contacto con la Armada y significo en la muerte de 44 tripulantes, 43 hombres y una mujer.
Según las investigaciones, el navío ya contaba con desperfectos y su utilización fue aprobada de igual manera. Esto provocó que durante el viaje implosionara, acabando rápidamente con la vida de todos los que se encontraban a bordo.
En su búsqueda participaron más de 18 países y fue hallado el 17 de noviembre de 2018 a 907 metros de profundidad, muy cerca del punto original de desaparición.
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