Eficientes, a bajo costo y con recursos locales. Esos son los atributos que vuelven novedoso a este kit de testeo rápido desarrollado por científicos de la Fundación Instituto Leloir y que fue publicado en la revista Biosensors en agosto de 2024.
Posible gracias a uno de los 23 proyectos federales de alto impacto lanzados el año pasado por el ex Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, el método puede detectar patologías infecciosas utilizando anticuerpos policlonales de caballos.
Para lograrlo, no enfermaron equinos, sino que bastó con haber sido sensibilizados con una molécula del microorganismo patógeno para generar una respuesta inmune. Por lo tanto, con esta aplicación no es necesario que esos anticuerpos combatan el virus.
Si bien el trabajo se centró en generar un diagnóstico para la infección de SARS-CoV-2, podría aplicarse al diagnóstico de otras patologías. Es un avance que resulta un buen potencial para países de ingresos medios y bajos, para que puedan contar con herramientas más económicas, pero de similar eficiencia a la de metodologías que normalmente se importan de países más desarrollados.
En diálogo con El Destape, Daiana Capdevila, jefa del Laboratorio de Fisicoquímica de Enfermedades Infecciosas del Instituto Leloir, advirtió: “Que todo esto se concrete y sea accesible en otras regiones del país dependerá de la continuidad del programa de redes federales de alto impacto. Nuestro proyecto tiene en su presupuesto y en su visión equipar completamente un centro en Misiones y otro en Santiago del Estero. Esperemos que efectivamente esa financiación se ejecute”.
Según Capdevila, las herramientas que utilizan las potencias están protegidas bajo secreto comercial, con lo cual se torna complicado acceder a tecnologías abiertas y accesibles.
“Escribimos el trabajo como si lo pensáramos para nosotros mismos. Es lo que nos hubiera gustado poder leer cuando llegó la pandemia para hacer esto más rápido. Precisamente, ése es también parte de nuestro objetivo: poner a disposición de la comunidad algunos lineamientos para que el desarrollo sea más sencillo”, señaló.
Por lo pronto, la idea es que el proyecto continúe siendo financiado con un millón de dólares a lo largo de cuatro años, según los lineamientos que se establecieron durante el 2023, para que también esté disponible en las zonas del país donde más se vayan necesitando.
Los coautores del trabajo son, además de Capdevila, Ana Sol Peinetti, Stefanía Peri Ibañez, Agostina Mazzeo, Carolina Silva, María Juliana Juncos, Guadalupe Costa Navarro, Horacio Pallarés, Virginia Wolos, Gabriel Fiszman, Silvia Mundo, Julio Caramelo, Marcelo Yanovsky, Matías Fingermann, Alejandro Castello y Andrea Gamarnik.
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