Hasta finales de julio, en 2024 se reportaron 8.078 casos confirmados de Oropouche (OROV) en cinco países de América Latina, según comunicó la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Si bien entre esos países no figura la Argentina, la alerta epidemiológica lanzada por el organismo alcanza a toda la región, para potenciar la identificación temprana de los casos de transmisión del virus.
Brasil registra el mayor número de casos (6976), entre los que se notificaron sospechas de transmisión vertical (de madres a bebés) que, en casos confirmados, podrían derivar en malformaciones congénitas o muerte fetal.
Hasta el momento, no hay vacunas ni tratamiento específico para el OROV.
Prevención
Para controlar su propagación, la OPS anima a los países de la región a implementar medidas de prevención y control de vectores que apunten a reducir las poblaciones de mosquitos y otros insectos transmisores y educar a la población sobre medidas de protección personal para evitar las picaduras.
Entre las recomendaciones están:
- proteger las viviendas con mosquiteros de malla fina en puertas y ventanas;
- usar ropa que cubra piernas y brazos, especialmente en hogares donde haya personas enfermas;
- aplicar repelentes que contengan DEET, IR3535 o icaridina;
- y utilizar mosquiteros en camas o muebles donde descansen las personas.
El Ministerio de Salud también publicó en su sitio web algunas recomendaciones.
Síntomas y transmisión
Los síntomas se asemejan a los del dengue y solo en casos graves se presentan con meningitis aséptica. Generalmente, los cuadros de fiebre son de leves a moderados y el periodo de recuperación rondan los 7 días.
Los síntomas más comunes incluyen fiebre repentina, dolor de cabeza intenso y dolor en las articulaciones y músculos. En algunos casos también se presenta exantema -erupción cutánea donde la piel cambia de textura o color-, fotofobia, visión doble, náuseas, vómitos y diarrea.
Lo positivo es que la mayoría de los casos se recuperan sin secuelas. Un bajo número de casos puede requerir varias semanas para la recuperación completa.
¿Cómo se transmite? Lo primero es aclarar que el virus no se transmite de una persona a otra, sino a partir de la picadura de diferentes mosquitos, principalmente por el jején Culicoides paraensis.
Por otro lado, otro mosquito que puede estar involucrado en la transmisión es el Culex quinquefasciatus.
Lo cierto es que la propagación del OROV se debe, innegablemente, a factores como el cambio climático y la deforestación. Esto ha favorecido su extensión en estados no amazónicos de Brasil, donde históricamente se ha concentrado la enfermedad, y a países donde hasta ahora no había reportes de casos.
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