La Sociedad Argentina de Autores y Compositores (Sadaic) modificó a través del Decreto 756/2024 la forma en la que rigen los derechos de autor en Argentina. Ahora salones de fiestas, bares, restaurantes, hoteles y demás rubros podrán reproducir música y películas siempre que se mantenga en un ámbito privado y no se lucré al respecto.
La tecnología solucionó todo. En una sociedad donde la conexión a internet simplifica el día a día, el acceso a nuevo contenido es muy sencillo y el gobierno nacional quiere regular la forma en la que esta se reproduce en distintos ámbitos, tanto el privado como el público.
Antes de los cambios se establecía un pago del 8% sobre los ingresos totales de venta de tarjetas o menús para los eventos con o sin show, es decir, debían abonar en impuesto entre el 20% y 40% de las ganancias que generaron.
Para los espacios públicos, la normativa establece que música u obras cinematográficas "no podrán ser objeto de ejecución pública ni transmitidos o retransmitidos por cualquier medio, sin autorización expresa de los titulares", explicaba el comunicado.
Repercusiones tras los cambios de derechos de autor
"Solicitamos al Poder Ejecutivo que derogue inmediatamente el decreto", reafirmaba el UMI.
Desde la Unión de Músicos Independientes (UMI) lanzaron un comunicado donde demuestrán su "gran preocupación" el decreto lanzado por el gobierno nacional. Aseguran que su redacción es confusa y deja a libre interpretación acciones que podrían significar futuras demandas judiciales.
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