Todos sabemos que en Argentina confluyen una multitud de climas, flora y fauna, y que ofrece paisajes soñados desde el norte al sur del territorio, como el Glaciar Perito Moreno en la provincia de Santa Cruz y el Cerro de los 7 Colores en Jujuy. La diversidad de variables meteorológicas que se desarrollan en un año en Argentina está registrado por el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) y el último monitoreo corresponde al año 2024.

Se trata de un documento que es el resultado de las mediciones oficiales que realiza el SMN hace más de 150 años en todo el país. Es un insumo que sirve para evaluar cómo impactan los efectos de los eventos meteorológicos en las actividades económicas, productivas y sociales.
El del 2024 reveló que la temperatura media del país superó el promedio de 1991-2020 por 0.54 °C. Esto posiciona al 2024 como el 2° año más cálido desde 1961, compartiendo puesto con 2017 y 2020. Este dato se enmarca en algo más grande: el 2024 batió los récords del cambio climático antropogénico.

Eventos canónicos del 2024
- Durante el verano, varias olas de calor afectaron al país. La más significativa ocurrió entre el 21 de enero y el 12 de febrero, e impactó en todas las provincias y estableció récords de temperatura en varias localidades del centro y norte argentino. Es un acontecimiento que estuvo marcado por el fenómeno de El Niño.

En ese sentido, la temperatura máxima alcanzada se registró el 3 de febrero en Santiago del Estero, con 45.7 °C.
- La ola de frío más extensa desde 1992 tuvo lugar entre el 4 y el 14 de julio. Trajo consigo un marcado descenso de temperaturas, heladas intensas, congelamiento de superficies de agua en la zona núcleo y récords de frío en varias localidades.
La temperatura más baja alcanzada se registró el 21 de junio en Río Gallegos, al sur del país, con -17.5 °C.
- La precipitación acumulada del país durante este año se mantuvo por debajo del promedio 1991-2020, ubicando al 2024 en el puesto 26 de los más secos desde 1961. Sin embargo, fue el menos seco de los últimos seis años.

- El centro-oeste argentino fue la zona más afectada por la sequía, con condiciones que se agravaron en septiembre por la falta de precipitaciones y altas temperaturas. Esto favoreció la ocurrencia de incendios en varias provincias. Por otro lado, también hubo varios eventos de lluvias extremas en la zona núcleo, NOA y NEA. Esto es uno de los factores que desencadenó la tragedia en Bahía Blanca.

- Las provincias patagónicas fueron protagonistas de intensas nevadas, con una notable cobertura de la región sur entre mayo y julio, que alcanzó más del 60 % de la superficie en junio, especialmente en Santa Cruz.
- Durante enero y febrero, Buenos Aires registró valores máximos del índice ultravioleta en la categoría “extremadamente alta” de riesgo, que superaron el promedio del período 2014-2023.
Imágenes | Foto 1 | Foto 2, 3, 4, 5 y 6
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